Visitar lagos y termas en San Miguel, Azores

Visitar lagos y termas en San Miguel, Azores

Este post es el segundo (de tres) sobre las Islas Azores. Resumen mi semana en el Atlántico más remoto. Son tres artículos, uno por cada isla que he visitado en 2017 (¡en 2020 he visitado 4 islas mas!). No ha sido un viaje exploratorio, pero sí de observación y dejarse llevar. Mi semana en las islas Azores es fruto de la improvisación, que ya os he contado que no es nada buena al visitar San Miguel o cualquiera de las islas. Sin embargo, merece la pena ser compartido.

Remotamente perdidas, en medio del Atlántico, las islas Azores se están convirtiendo en uno de los destinos más deseados. Sobre todo para aquellos que buscan un viaje más genuino. Y la autenticidad del archipiélago se encuentra en muchas de sus acepciones: puro, propio, natural, único… Las Azores darán sentido a tus ansias de viajar a los terrenos más inesperados donde la fusión de culturas cobra el más armonioso sentido.

Tras pasar un intenso día en bicicleta en la pequeña Santa María, tocaba coger un ferry con destino San Miguel. Si aun no has leído el artículo de cómo moverse entre islas en las Azores, te recomiendo que le eches un vistazo, pues incluso hay vuelos gratis para aquellos que inician su viaje en Oporto, Lisboa o Funchal (¡ahora solo para estudiantes y residentes!).

San Miguel, cosmopolita y azoriana

San Miguel, y sobre todo su capital Ponta Delgada, representa el lado más cosmopolita de las islas. Muy animada casi cada día de la semana, es una base perfecta para explorar la isla entera. Los puntos más lejanos de la capital están a tan solo una hora de distancia y el transporte público garantiza poder ir por la mañana a casi cualquier lugar de interés y volver por la tarde. A pesar de la buena organización de su transporte público, reservar el coche con antelación y lanzarse a descubrir las partes más inexploradas de la isla es la mejor idea. En las horas centrales, del día, apenas hay transporte público, por lo que es necesario madrugar.

A San Miguel la llaman la isla verde, y no es para menos. Fuera de su capital se pueden planear al menos tres días que combinan senderismo, grandes lagos y pozas ferrosas o termales.

Para los más exploradores, innumerables alojamientos locales recorren toda la isla, ofreciendo algunas de las experiencias más auténticas. Ribeira Grande es una gran opción, al norte de la isla. Su espíritu más irreverente le viene dado de la gran cantidad de surfistas que llenan sus playas. También se llena con los amantes del arte contemporáneo que pasan por “Arquipélago, centro de artes“. Y es que las Azores tienen esa particularidad de hacer convivir en perfecta armonía a las realidades más dispares.

Tres grandes lagos para visitar San Miguel

Desde Ribeira Grande se puede explorar con facilidad tanto el lago de Furnas como Lagoa do Fogo. En las inmediaciones del lago de Furnas también elaboran el conocido cocido volcánico, una tradición que aprovecha el calor geotérmico de la tierra para cocer, desde las 6 de la mañana en una olla enterrada, el plato más típico de la isla. A mediodía el ritual se completa con la extracción de las ollas y su distribución a diferentes restaurantes del pueblo.

Para abrir apetito, los caminos alrededor del lago de Furnas ofrecen un sencillo trecking que lleva a casas abandonadas. También encontrarás más sorpresas más por el camino que prefiero no adelantar del todo. Terminando la caminata, las aguas termales de dos de los centros más famosos esperan en el pueblo, destacando el popular resort Terra Nostra y su masiva piscina de aguas ferrosas. Seguramente encuentres impresionantes sus jardines, pero son tal vez la primera señal de que nuevos tiempos (y nuevas masas de turismo) están por llegar a la isla y sus puntos más emblemáticos.

Trecking y senderismo en San Miguel, Islas Azores
El senderismo es uno de los mejores planes en San Miguel, aunque no esperes que todos estén tan bien indicados en las Islas Azores

Más solitarios todavía son los caminos para senderistas en el lago más occidental de la isla, en Sete Cidades. Esto es seguramente por la gran distancia a recorrer, alrededor de un lago de color cambiante dividido en dos partes. Abajo, en el pueblo, una extensa explanada puede ser la excusa perfecta para retomar fuerzas. Como alternativa, las piscinas naturales de Caneiros o Ponta da Ferraia pueden ser una buena opción si el tiempo acompaña.

Con los lagos y su entorno como referencia, nunca dedicaría menos de 3 días a la isla de San Miguel (un día por lago). Además, es fácil dejarse llevar por las ofertas que llenan el puerto de Ponta Delgada, con continuadas ofertas de avistamiento de aves o cetáceos, jornadas de buceo, piragüismo o incluso golf en el norte de la isla. También en el norte, las dos empresas que cultivan té (las únicas en toda Europa), acompañarán a sus visitantes por sus plantaciones e instalaciones, enseñando ese saber hacer aun muy tradicional.

Ferry a San Miguel, islas Azores
Llegar a San Miguel en ferry es solo posible en los meses de verano.

Moverse desde San Miguel, en las Azores

A Santa María y San Miguel las separan apenas 81 kilómetros, y son parte del grupo de islas Oriental. Terceira, la última parada en esta semana más básica por la islas Azores, se encuentra a unos 160 kilómetros. El ferry tardará al menos cuatro horas en llegar y lo hará por el norte de la isla a Praia Victoria (y lo hará solo de mayo a septiembre, ya que en invierno no hay salidas desde ninguna de las islas de esta propuesta).

Ponta Delgada cuenta con vuelos directos a más destinos de Europa, además de Portugal continental y Madeira. También hay vuelos a las Islas Canarias con Binter o a Boston con Azores Airlines. En cambio, los ferries a San Miguel funcionan solamente en verano, terminando en el mes de Septiembre (debido a la crisis del COVID-19, han cancelado la línea que pasaba por San Miguel). Como te cuento en el artículo de transporte entre islas, los vuelos se llenan con facilidad. Sé que soy un pesado, pero insisto en la necesidad de planificar con antelación.

Dormir en Ponta Delgada

Mi poca previsión a la hora de montar este viajo hizo que acabase durmiendo en cuatro lugares diferentes. Lo bueno es que ahora os lo puedo contar. En temporada alta los establecimientos con mejores valoraciones y menores precios se llenan rápidamente y acaban teniendo solo días sueltos. Por suerte, acabé durmiendo en muy buenas opciones.

En Ponta Delgada, la capital, dormí las dos primeras noches en un hostal que te roba el corazón. Además, incluye el desayuno, por lo que te llena el estómago también (y si te vas temprano, te dejan una bolsita preparada). Se llama Change The World Hostels y tiene habitaciones dobles desde 44€, o camas por 18€ o menos. Además, como muchos hostales en Portugal, no te encontrarás dormitorios hacinados con literas ocupándolo todo. Muy destacable también la limpieza y lo cerca que está del aeropuerto (30 minutos a pie). De hecho, en mi viaje de 2020 lo volví a usar.

También dormí mi última noche en la Pousada de Juventude de Ponta Delgada. Un poco más dejada que su hermana en Santa María, pero una de las opciones más económicas. También incluye el desayuno y sábanas. En Pousadas de Juventude te pedirán que enseñes el carnet de Alberguista, (en España se consigue a través del REAJ. Si no lo tienes, no te preocupes, suman un par de euros por noche y te puedes quedar (o te lo haces on-line en un momento).

Dormir en el resto de San Miguel

Además de las noches que pasé en la capital, Ponta Delgada, acabé en dos pueblos diferentes más. El primero fue Vila das Capelas, a tan solo unos 20 minutos de la capital en autobús, y una media hora andando hasta la costa norte de la isla. Dormí en una finca llamada Quinta do Norte. Una especie de granja-albergue con habitaciones compartidas y privadas. Las habitaciones dobles cuestan tan poco como 40€ la noche. Eso sí, no incluye desayuno, pero sí una cocina donde preparártelo todo.

El otro hostal fue Costa Norte Guest House, en Ribeira Grande. Es un pequeño hostal llevado por una familia. De hecho, el hijo pequeño merodea por el piso y tienen todos los juguetes en el salón común. El chico que se encarga de gestionarlo, francés, se preocupa de que todo esté listo y en inmejorables condiciones. Además, es el único hostal en todas las Azores donde tenían leche vegetal. En el desayuno puedes esperar mermeladas caseras, pan hecho por ellos cada día y un buen café.

Además, se preocuparán de que no te pierdas los desvíos secretos en tus caminatas por la naturaleza. Sin duda te llevarán a lugares más genuinos mientras te sientes como en una pequeña familia con el resto de huéspedes (¡¡sin necesidad de pub crawls o beer pong!!).

Viajar a San Miguel durante la COVID19

Portugal ha introducido una serie de mecanismos para los visitantes del país. Las Azores, por su particularidad de región ultraperiférica y por ser un archipiélago, cuenta con medidas adicionales. Entre ellas se incluye la necesidad de haber realizado un test de PCR en las 72 horas previas de llegar a las islas, o bien someterse a uno de los disponibles en las islas. He preparado un post entero que habla de estas medidas de las Azores frente a la COVID-19 y donde te dejo todos los links oficiales. San Miguel dispone de laboratorios especializados y la cuarentena a espera de los resultados suele durar 12 horas. Si optas por hacerte la prueba a tu llegada y continuar a otra isla, la escala mínima debe ser de 16 horas.

Recuerda que, en estos tiempos de pandemia que estamos viviendo, la única fuente fiable y completa es el gobierno de cada país que desees visitar. Los blogs podemos canalizar información general, pero la misma cambia con rapidez

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