Desde que he dejado de vivir en Berlín, cada invierno la ciudad me tienta con una visita. La excusa no es otra que la Berlinale: ese festival que suena a grande a muchos (y lo es), pero que en realidad se convierte en uno de los más accesibles por muchos premios que reparta. Si hay algo que caracteriza a la Berlinale y su ambiente, es que los berlineses se vuelcan en ello. Además, con esa ciudad tan relajada y excitante como escenario, los encuentros casuales con todo tipo de personajes, son más que probables.
La Berlinale no es solo fascinante por el ambiente, sino por el variado contenido que te encontrarás en la agenda. Yo recuerdo aun con una sonrisa la historia brasileña de amor de un chico ciego (y gay), o la angustia ante el inquietante diálogo entre un padre y una madre en un cementerio en el que rinden tributo a su difunta hija. Por no dejar de recordar las series de cortos que van desde piezas muy abstractas (y a veces muy difíciles de desencriptar), hasta meros visuales muy logrados o pequeños resúmenes de lo que acabará convirtiéndose en un largometraje digno del oso de Oro que tanto ansian.
Y la apertura de la Berlinale (así como de Berlín) se ve también en sus premios (ya que se incluye uno que otorga el público) y en las rondas de preguntas al final de las proyecciones. Os juro y prometo que he llegado a ver como el público casi escupía críticas al director tras el visionado (porque no todo lo que llega a la Berlinale tiene que ser precisamente bueno).
Mis consejos para moverte con agilidad en la Berlinale
Un par de semanas antes del festival podrás consultar el programa en la web oficial (en alemán o inglés). Puedes hacer muchos filtrados, incluso por país, si lo que quieres es ver algo en tu idioma. Cuando encuentres una película que te gusta, añádela a tu parrilla (“schedule”). Para hacerte tu parrilla necesitas crearte una cuenta en la web (gratis). Lo bueno de esto es que cuando se abre la venta de entradas (normalmente 3 o 4 días antes del visionado a las 10 de la mañana), tienes ya toda tu programación a mano y en 4 clicks tendrás todas tus entradas en tu cesta de la compra y bloqueadas durante 15 minutos. Eso sí, comprar on-line supone un recargo de 1,50€ por entrada y coloca el precio de la entrada en unos 12,5€ en algunos casos.
¿Es difícil conseguir ver las películas que quieres? No especialmente. Es una cuestión de rapidez (comprando entradas puntual a las 10 de la mañana) o de suerte (acudiendo a la taquilla el mismo día y ver que queda disponible). Lo bueno de ir en el mismo día, es que hay descuentos y las entradas te pueden salir por 4-6€. En mi última visita en 2014 alcancé a ver 10 visionados y solo 2 de ellas fueron compradas on-line.

Otro de mis consejos es echar un vistazo al programa para adolescentes y público infantil. Muchas veces hay películas que acaban en esa parte por su contenido didáctico, pero que desde la visión de un adulto puede tener una visión crítica muy potente y disfrutable. La sección Generation es también muy potente, con nombres desconocidos que pasan desapercibidos ante muchos. Su precio, en cambio, es el ideal para los principiantes en la Berlinale con ganas de experimentacion: apenas 4€ y normalmente sin demasiados problemas de disponibilidad.
Recuerda, las entradas on-line son limitadas. Si éstas se agotasen, aún se pueden conseguir haciendo cola en las taquillas centrales de Potsdamerplatz. Si decides hacer cola, ármate de paciencia. Puedes hacer cola tranquilamente cada dos horas. Lleva un plan A, B y C para cada franja horaria y recuerda poner varias veces en tu programa aquellas películas que te interesen especialmente (eso sí, ¡no acabes comprando dos veces la misma entrada!). Al mismo tiempo, si quieres ir rápido en la taquilla, anótate el código único de cada sesión (los encuentras en el generoso catálogo impreso y en la página web). Si tienes el código bien, la venta es más rápida y no te haces un lío de títulos y horarios.

Tal vez la principal regla a la hora de adquirir tickets es estar abierto a la improvisación y a dejarte sorprender por todo lo que tiene que ofrecerte la Berlinale. Muchas veces hay películas que pasan sin gloria ninguna, pero que comienzan a acumular premios en otros festivales. Es cuestión de contexto. No sufras si se agota tu película favorita, seguramente “haya ocurrido por algo”… e igualmente… ¿por qué no te acercas a la puerta minutos antes a ver si a alguien le sobra una entrada?

Mi último consejo: se puntual. Una vez veas en pantalla la cortinilla de “el festival presenta”, significa que las puertas se han cerrado y ya solamente podrás salir, pero no entrar. Otra de las ventajas del festival: directo al contenido, ¡sin trailers! (y por favor, ¡pon tu teléfono en modo avión por un par de horas!).
Suerte y a disfrutar la Berlinale. Yo, llego el viernes para la traca final. ¡A ver si hay suerte!
¡Sigue descubriendo secretos sobre Berlin!
(o explora nuestro blog haciendo click en el destino que te interese de nuestro mapa – ¡¡MAPA EN BETA!!)
[put_wpgm id=6]
Una gran información para todos los amantes del cine interesados en asistir a la Bernilade. Berlín es una ciudad fantástica para todas las nuevas corrientes artísticas, pero esta servidora prefiere ir antes de Navidad, de mercadillos navideños.
Hola de nuevo Elvireta! Sí, la verdad es que Berlín es fantástica cualquier época del año. He vivido allí 3 años y me escapo siempre que puedo. Si te interesan los mercadillos de navidad, te recomiendo que eches un ojo a mi pequeña aportación en el blog de Escapalandia, donde hace un repaso de los mejores planes navideños. 😉 Y va con secreto mejor guardado incluído!!
https://www.escapalandia.com/los-mejores-destinos-navidenos-contados/