Dormir en el bullicio de Tavira
La primera fue el propio albergue juvenil, dentro de la red Pousadas de Juventude, donde Joana, la amabilísima recepcionista, me dio las indicaciones básicas para arrancar. La ubicación es muy céntrica y está a un paso de todo el tranquilo bullicio de la noche, pero lo lejos suficiente como para que la calle no esté llena de ruido (traducido a minutos: a tres minutos de la plaza central). Llegar a las 10 de la noche a Tavira, pese a su tamaño, no es un problema. El supermercado al lado de la estación cierra a esa hora. Además, cerca del hostal hay dos locales de comida para llevar (de la portuguesa de verdad, y no comida rápida). Yo me decanté por el Tacho por mera proximidad, y sus precios me convencieron… Luego lo hizo el sabor (insisto, es difícil que un restaurante portugués te decepcione). Pero según me contaron, la competencia un poco más cerca de la estación de tren, no tiene nada que envidiar.




La Isla de Tavira
En mi manía de hablar con extraños (y algún día me pasará algo), conocí a una familia portuguesa que me recomendaba ir a la Isla de Tavira a pasar el día. Los barcos salen cada 30 minutos y cuesta apenas 1,90€ el billete de ida y vuelta. Así lo hice al día siguiente y encontré un camping-¿resort? entre genuino y decadente. Era como instalarse un años atrás en la costa mediterránea, pero a la portuguesa, es decir, con precios moderados (sin ser gangas) y con el pescado fresco expuesto (casi como en el Mercado de Bolhão en Porto, donde el pescado se va del pescadero a tu plato). Allí no te faltará nada: fiesta, playa, relax, tumbonas, “servicio a tumbona”, wifi gratis, baños, camping, casas de alquiler, megatoboganes inflables, actividades acuáticas… Y si sigues caminando a lo largo de la isla, puedes regresar cruzando en Santa Luzia, un pequeño pueblo que está ganando en popularidad y donde un par de restaurantes deleitarán a los mejores fans de la gastronomía portuguesa.


De sobremesa en Tavira
De vuelta a Tavira, y para los que sean tan golosos como yo (que necesito dos desayunos y una merienda casi por obligación), no dejéis de visitar A Tavirense, una pastelería con una buena selección de repostería local, regional y portuguesa en general. Además, como casi todos los locales de Tavira, tienes wifi gratis para poder seguir planeando el viaje. El mismo dueño tiene otro local en la plaza central, en el que encuentras solamente a turistas ansiosos de la mejor terraza. En A Tavirense te sentarás rodeado de conversaciones en torno a la política portuguesa, los incendios que cada verano arrasan su patrimonio natural o tal vez el eterno debate de si Benfica o Sporting. Pura autenticidad lusa.
Me dejé recomendar y probé el típico pastel algarvio de Alfarroba. Estaba muy bueno y era nuevo en mi lista de postres. Para acompañar, como casi siempre, un Galão (un expreso con leche y espuma de leche servido en vaso).

Francisco Jose Miranda Azurmendi
Por supuesto que Tavira es una maravilla del Algarve. La estación no está mal ubicada y curiosamente en el Lidl tienen una cafetería muy barata. Se come muy bien y a precio asequible. No obstante, la última vez me salió a la mitad de precio pernoctar en la provincia de Huelva…
David Lopez
Muy buena idea. La pena es que el tren no cruza la frontera. Si la gente viaja con el pase de trenes de Comboios de Portugal, salir de Portugal les supone un sobreprecio. La Pousada de Juventude es bastante económica, solamente hace falta reservar con algo de antelación y te aseguras una habitación privada.